Prevención del delito juvenil.

 

Prevención del delito juvenil.

En este contexto, la prevención debe ser integral y multisectorial, involucrando a instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, comunidades, familias y los propios jóvenes. Las estrategias más efectivas combinan la educación en valores, el acceso a oportunidades de desarrollo personal y profesional, la participación comunitaria y la promoción de una cultura de paz.

En Costa Rica, las estadísticas más recientes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) revelan que, en lo que va del 2025, se han registrado 205 homicidios, de los cuales 75 víctimas tenían entre 18 y 29 años, y 12 eran adolescentes entre 12 y 17 años. (Serrano, 2025) Estos datos reflejan una preocupante concentración de la violencia en la población joven, lo que subraya la urgencia de fortalecer las políticas de prevención.


Es una estrategia de prevenir que los jóvenes se involucren a las acciones delictivas, ya que existe un aumento de la violencia, narcotráfico y el crimen organizado, por lo que se debe realizar enfoques:

Prevenciones comunitarias:

  • Fomentar la participación comunitaria en actividades culturales, deportivas y educativas.
  • Fortalecer los vínculos familiares, promoviendo la comunicación.
  • Impulsar redes de apoyo comunitario, integradas por líderes locales, instituciones educativas y cuerpos policiales.
  • Promover espacios seguros y de convivencia, como parques, centros comunitarios y bibliotecas.
  • Capacitar a la comunidad en resolución pacífica de conflictos, derechos humanos y prevención de la violencia.

Un ejemplo de estas iniciativas es el programa del Ministerio de Seguridad Pública llamado “Pinta Seguro”, el cual se enfoca en capacitar a niños que asisten a instituciones educativas en todo el país.

Su objetivo es brindarles herramientas de prevención para evitar ser víctimas de robos, maltratos, agresiones, accidentes y secuestros (Ministerio de Seguridad Pública, 2025). A través de estas capacitaciones, se fortalece la conciencia y la autoprotección desde edades tempranas, contribuyendo así a una cultura de prevención y seguridad.

Por otro lado, la organización no gubernamental Fundación para la Paz y la Democracia (FUNPADEM) promueve espacios donde las personas puedan ejercer sus derechos, libertades y convivir en paz. Esta fundación desarrolla estrategias integrales que colocan la prevención de la violencia en el centro de las políticas de seguridad ciudadana y paz social, contribuyendo así a la construcción de comunidades más seguras e inclusivas. Entre sus acciones más destacadas se encuentra el fortalecimiento de la relación entre jóvenes y cuerpos policiales, mediante programas de formación y diálogo que fomentan la confianza y la cooperación mutua.

Estas iniciativas reflejan un compromiso nacional por abordar las causas estructurales de la violencia juvenil, apostando por la educación, la participación ciudadana y la construcción de una cultura de paz como pilares fundamentales para una sociedad más segura.

El Rol de los Medios de Comunicación en la Prevención del Delito Juvenil

Los medios de comunicación ejercen un papel fundamental en la prevención del delito, especialmente entre la población juvenil. Por ello, es de suma importancia reducir la programación que promueve la violencia, el consumo de drogas y otras conductas de riesgo. Los medios no solo informan, sino que también educan, moldean percepciones y comportamientos, y tienen una gran influencia en la construcción de valores sociales.

Es crucial que los medios asuman su función y responsabilidad social, promoviendo contenidos que fomenten la convivencia pacífica, el respeto a los derechos humanos y estilos de vida saludables. Además, deben ser conscientes de su impacto en la forma en que los jóvenes perciben el uso de drogas y alcohol, evitando la normalización o glorificación de estas conductas.

Una comunicación responsable, ética y orientada a la prevención puede convertirse en una herramienta poderosa para reducir la violencia juvenil y fortalecer una cultura de paz en la sociedad.

En Costa Rica, los jueces especializados en materia penal juvenil han desarrollado metodologías específicas para brindar acompañamiento integral a los menores de edad durante los procesos judiciales. Estas metodologías buscan garantizar el respeto a los derechos de los adolescentes, así como su participación activa y consciente en cada etapa del proceso penal.

Además, se han implementado políticas públicas que incluyen concursos, talleres y actividades educativas dirigidas a adolescentes, con el objetivo de enseñarles cómo prevenir conductas delictivas y promover una cultura de legalidad y convivencia pacífica.

 

Organizaciones Internacionales

Las organizaciones internacionales han creado leyes, reglamentos y marcos normativos orientados a la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Estas normativas buscan establecer estándares comunes para prevenir el delito juvenil, promover la justicia restaurativa y garantizar el desarrollo integral de la juventud en contextos seguros y libres de violencia.

En este sentido, Costa Rica, al ser garantes de los derechos establecidos tanto en instrumentos internacionales como en su legislación nacional, tienen la responsabilidad de implementar políticas públicas que aseguren el cumplimiento de estos principios. Esto implica adoptar medidas preventivas, educativas y restaurativas que protejan a la niñez y adolescencia, y que promuevan su bienestar y participación activa en la sociedad.

La prevención del delito juvenil en Costa Rica representa un desafío complejo que requiere la acción coordinada de múltiples sectores. Las cifras actuales reflejan una preocupante concentración de la violencia en la población joven, lo que evidencia la necesidad de fortalecer las políticas públicas orientadas a la prevención, la educación y la inclusión social.

 



Las estrategias comunitarias, como las desarrolladas por el Ministerio de Seguridad Pública a través del programa Pinta Seguro, y las iniciativas de organizaciones como FUNPADEM, demuestran que es posible generar cambios positivos mediante la educación en valores, la participación ciudadana y el fortalecimiento de los vínculos sociales. Asimismo, la implementación de metodologías especializadas en la justicia penal juvenil y el enfoque restaurativo permiten brindar a los adolescentes en conflicto con la ley una oportunidad real de reintegración y transformación personal.

Por otro lado, los medios de comunicación tienen una responsabilidad clave en este proceso. Su influencia en la percepción y comportamiento de los jóvenes puede ser determinante, por lo que es fundamental que promuevan contenidos que fomenten la paz, la legalidad y estilos de vida saludables.

En conjunto, estas acciones reflejan un compromiso nacional por construir una sociedad más segura, justa y solidaria, donde los jóvenes no solo sean protegidos, sino también empoderados como agentes de cambio

Bibliografía

Ministerio de Seguridad Pública. (08 de 07 de 2025). Ministerio de Seguridad Pública. Obtenido de https://www.seguridadpublica.go.cr/tramites_servicios/dppp/programas_preventivos.aspx#HERMES_VTABS_1_2

Serrano, Y. S. (08 de 07 de 2025). Diario Extra. Obtenido de https://www.diarioextra.com/noticia/costa-rica-registra-205-homicidios-mayoria-son-jovenes/

 

 

Comentarios