- Prevención en entornos escolares.
Desde la perspectiva de la
prevención del delito en los centros educativos, tanto públicos como privados,
esta labor cumple una función esencialmente formativa. A través de ella, se
promueven valores y normas que reflejan los principios de la sociedad costarricense.
El objetivo principal es generar un impacto positivo en la conciencia de los
niños y niñas, para que comprendan la importancia de prevenir los delitos desde
una edad temprana. De esta manera, se busca que reconozcan cómo estas conductas
afectan no solo a las víctimas directas, sino también al bienestar general de
la sociedad.
Por esta razón, se han
desarrollado diversas políticas públicas orientadas al diseño e
implementación de medidas preventivas, en las que participan activamente tanto
el gobierno como instituciones clave. Entre estas entidades se destacan los
gobiernos locales (Municipalidades), Patronato Nacional de la Infancia (PANI),
el Ministerio de Seguridad Pública, el Ministerio de Educación
Pública (MEP) y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Estas instituciones trabajan
de forma articulada para llevar a cabo actividades recreativas, educativas
y formativas que buscan generar conciencia tanto en los niños como en sus
familias. A través de talleres, charlas, juegos, campañas escolares (conociendo
como laboran las policías tanto represivas como preventivas) y programas
comunitarios, se promueve una cultura de prevención y respeto, fomentando
valores como la empatía, la responsabilidad y la convivencia pacífica.
El objetivo principal de estas
acciones es prevenir la comisión de delitos en el entorno escolar y
familiar, tales como la agresión a menores, el robo, el hurto, el acoso escolar
(bullying), amenazas, consumo de droga, entre otros.
Además, se busca empoderar a
los niños y niñas para que reconozcan situaciones de riesgo, sepan cómo actuar
ante ellas y comprendan el impacto negativo que estos delitos tienen en la
sociedad.
Este enfoque integral no solo
fortalece la seguridad en los centros educativos, sino que también contribuye a
la formación de ciudadanos más conscientes, solidarios y comprometidos con el
bienestar colectivo.
Por lo que desde un entorno de
seguridad preventiva genera conciencia de los delitos que los niños a edades tempranas.
Un ejemplo concreto de estas
acciones preventivas se observa en el cantón de Puriscal, donde la Policía
Municipal, en el marco de su política de seguridad ciudadana y en coordinación
con el gobierno local, realiza recorridos periódicos en los centros
educativos. Durante estas visitas, los oficiales conversan con los estudiantes
para explicarles cuál es la función de la policía, qué labores realizan y,
sobre todo, para transmitirles el mensaje de que la policía es un aliado
en la prevención del delito.
Estas actividades buscan fortalecer
la confianza entre los jóvenes y niños con las autoridades, promoviendo una
cultura de respeto, colaboración y seguridad. Al conocer de cerca el trabajo
policial, los estudiantes pueden identificar a los oficiales como figuras de
apoyo y protección, lo cual es fundamental para combatir la delincuencia desde
una perspectiva preventiva y educativa.
El Patronato Nacional de
la Infancia (PANI) se enfoca en establecer parámetros que garanticen el
respeto y la promoción de los derechos fundamentales de los niños y niñas,
especialmente el derecho a la educación. A través de este enfoque, se busca no
solo asegurar el acceso a la enseñanza, sino también crear entornos seguros y
protectores que favorezcan el desarrollo integral de la niñez.
Además, el PANI
implementa programas orientados a reducir los riesgos de violencia en
los entornos familiares y comunitarios donde se desarrollan los menores. Estas
acciones son fundamentales para el crecimiento social, moral y psicológico de
los niños, ya que un entorno libre de violencia es clave para su bienestar y
formación como ciudadanos responsables.
El Ministerio de
Seguridad Pública de Costa Rica es ampliamente reconocido por la
implementación de programas preventivos como Pinta Seguro y D.A.R.E.,
cuyo objetivo principal es evitar que los niños y niñas sean víctimas de
delitos como robos, maltratos, agresiones, accidentes y secuestros (Ministerio
de Seguridad Pública, 2025).
Estos programas no solo
brindan información sobre los riesgos, sino que también fomentan el pensamiento
crítico en los menores, ayudándoles a identificar situaciones peligrosas y a
comprender la importancia de actuar ante ellas. Como resultado, los niños
aprenden a comunicar cualquier situación sospechosa o de riesgo a un
adulto de confianza, ya sea un familiar, docente o funcionario policial.
Este enfoque preventivo
fortalece la capacidad de los menores para protegerse dentro y fuera del
hogar, y promueve una cultura de denuncia y colaboración con las autoridades,
lo cual es fundamental para reducir la incidencia delictiva desde una edad
temprana.
El Ministerio de
Educación Pública (MEP) mantiene una serie de protocolos de atención
primaria dirigidos a niños, niñas y adolescentes en los centros
educativos, con el objetivo de generar conciencia sobre la prevención de
delitos y situaciones de riesgo. Estos protocolos abordan temas como la violencia
sexual, el consumo de drogas, la violencia física, el acoso escolar, entre
otros.
La implementación de estos
lineamientos responde a la necesidad de atender de manera oportuna y
efectiva las problemáticas que afectan a los niños, su aplicación es
fundamental para fortalecer la prevención de riesgos dentro del entorno
escolar, y comunitario promoviendo espacios seguros y respetuosos de los
derechos de los niños ante la sociedad costarricense.
El Organismo de
Investigación Judicial (OIJ) ha implementado en los últimos años
diversas políticas de prevención dirigidas a niños, niñas y adolescentes,
enmarcadas en los principios de la justicia restaurativa y la Ley
de Justicia Penal Juvenil. Estas iniciativas buscan no solo prevenir conductas
delictivas, sino también educar y sensibilizar a la población estudiantil sobre
el papel de las autoridades en la protección de sus derechos.
A través de actividades
informativas, talleres y espacios de convivencia, el OIJ brinda a los
estudiantes una visión más cercana y humana del trabajo policial. Se enfatiza
que la labor del cuerpo policial no es únicamente represiva, sino que también
está orientada a proteger y servir a la niñez costarricense.
Por lo que la prevención del
delito en los entornos escolares de Costa Rica representa un esfuerzo conjunto
entre diversas instituciones del Estado, cada una con un rol fundamental en la
protección de la niñez y adolescencia.
Bibliografía
Ministerio de Seguridad Pública. (09 de 07 de 2025). Programas
Preventivos Policiales. Obtenido de
https://www.seguridadpublica.go.cr/tramites_servicios/dppp/programas_preventivos.aspx#HERMES_VTABS_1_2
Comentarios
Publicar un comentario